Akamasoa, significa “buenos amigos” en lengua malgache, la que se habla en Madagascar, y es también el nombre de la ciudad creada por Pedro Opeka, el misionero argentino que ha construido miles de casas, escuelas, pequeñas empresas y hasta un hospital donde antes solo había basura y desperdicios.

Opeka llegó hace más de 50 años a Madagascar y se quedó “mudo”, relata él, ante tanta pobreza, al ver a miles de familias viviendo en un gigantesco vertedero. Y esas familias son las que hoy han recuperado la dignidad. Muchos de los niños que él conoció entre la basura se han convertido en profesores o médicos.

Pedro Opeka ha sido nominado este año al Premio Nobel de la Paz junto al movimiento Black Lives Matter, la OMS o la activista climática Greta Thunberg.

Para saber más sobre la actividad de Pedro Opeka:

Akamasoa

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